Podemos seguir el rastro de Antonio de Ulloa en la Royal Society a través de las principales publicaciones de la Sociedad, fundamentalmente Philosophical Transactions, a veces de una forma directa porque da noticia de algún acontecimiento de interés científico, y otras más indirectamente, como veremos a continuación

En el Philosophical Transactions de diciembre de 1750, un miembro de la Royal Society, WM. Watson publica un extracto de unas cartas que había recibido de un tal William Brownrigg en el que éste da noticias de un elemento metálico traído de las Indias Occidentales Españolas, al que llaman «Platina» y de ciertos experimentos metalúrgicos que ha realizado para tratar de caracterizar el material, su extracción, punto de fusión, propiedades magnéticas, reacción ante el azogue etc. Brownrigg menciona vagamente que es un elemento conocido por los españoles, pero presenta el material como si fuera una gran novedad y pide que sus estudios sean presentados a la Sociedad y publicados.

«I Take the Freedom to inclose to you an Account of a Semi-metal call´d‘Platina de Pinto» which, so far as I know, hath not been taken notice of by any Writer on Minerals … I request the Favour of you to lay this Account before the Royal Society , to be by them read and published, if they think it deserving those Honours» (1)

Phil. Trans. RSL vol.46 Issue 496 pag. 584

WM. Watson dirige la Memoria de W. Brownrigg a la Royal Society y les hace llegar, además, fragmentos de platino que éste le facilita, uno con impurezas, otro puro, otro fundido, y una pieza elaborada para una espada de este material. Al remitir la Memoria, adjunta unas líneas en las que advierte a los caballeros de la Royal Society que un «benemérito» hermano de la Sociedad, Antonio de Ulloa ya dió noticia de este material metálico en la parte II, libro VI, capítulo X de su reconocida obra «Relación histórica del viaje a la América meridional …» haciendo referencia a este metal cuando informaba sobre las minas de oro y plata de la provincia de Quito. Wm Watson traduce ese fragmento al inglés para que sus compañeros de la Sociedad pudieran conocer los detalles del texto.

Brownrigg escribe de nuevo a Watson agradeciéndole que hubiera presentado su memoria en la Sociedad y mostrado las muestras de platino. Le agradece la referencia a Antonio de Ulloa y explica que él nunca había querido atribuirse el hecho de haber descubierto este metal. También nos cuenta que en su memoria no menciona a M. Wood, el verdadero artífice de los experimentos, ya que éste no deseaba aparecer en la publicación.

«I was favour’d with your Letter of Dec15, and am much obliged to you for the Trouble you took in prefenting my Specimens of the PIatina together with my Memoir relating thereto; and I thank you for the Addition you made to it of the Extract of don D’Ulloa´s Voyage. The Gentleman, whose Experiments on Platina I mention’d to the Royal S, was Mr Charles Wood, who permitted me to make what Use of them I pleased ; and I did not pretend to have made any new Discovery, nor to know so much of that Body, as hath long been known to the Spaniards. I might indeed have made use of his Authority but he was not ambitious of appearing in Print.» (2)

Phil. Trans. RSL vol.46 Issue 496 pag. 585

Aparte del asunto del platino, no podían faltar informes de Antonio de Ulloa a la Sociedad sobre eventos astronómicos, como por ejemplo la observaciones de eclipses lunares y solares desde Madrid en el verano de 1748, publicados el 31 de marzo de 1749 en latín; o el del eclipse total y anular del Sol, presenciado desde el navío España de la flota de Nueva España, en su trayecto desde las Islas Terceras (Azores) hasta el cabo de San Vicente, el 24 de junio de 1778. Este último sería publicado el primero de enero de 1779 en inglés, con el texto original de Ulloa en francés.

Es muy destacable además que M. Watson hace un resumen de lo que Antonio de Ulloa publica en relación con las enfermedades que azotan a los europeos en Cartagena de Indias, especialmente acerca de una enfermedad que causará enormes estragos hasta principios del siglo XX, la fiebre amarilla. Conocida entonces como «vómito negro» o «vómito prieto«, Antonio de Ulloa describe los efectos de la enfermedad y la achaca al calor de los trópicos. Es patente la preocupación por su gran virulencia, el sufrimiento que causa a los enfermos y su letalidad. Aparece publicado en Phil. Trans. de junio de 1749.

También podemos encontrar alguna referencia a Ulloa en relación con la vulcanología. Concretamente en una carta dirigida por William Hamilton, embajador extraordinario en Nápoles, al miembro de la Sociedad Mathew Maty, Hamilton en octubre de 1770. En ella, hace una completa descripción sobre el suelo sobre el que se asienta Nápoles y los territorios circundantes. Nos habla de las ciudades sepultadas por las erupciones de Pompeya y Herculano en las que él mismo encuentra algún esqueleto humano y de caballo. Comentando la dinámica de las erupciones, señala que con frecuencia en sus etapas iniciales los volcanes expulsan la ceniza mezclada con agua, como también había observado Ulloa en los volcanes de América.

Los rastros encontrados pueden parecer una evocación nimia a la figura de Antonio de Ulloa, pero nos da una idea de la gran repercusión que su libro «Relación histórica … del viaje a la América meridional » tuvo en todos los ámbitos de la ciencia ilustrada.

Merece destacarse que miembros de la Royal Society desean mantener una relación cordial y de cooperación con científicos de otros países, aunque sus naciones estén en guerra. De Beer (3) aporta documentación al respecto, en el caso de La Billardiere. En el intercambio de cartas entre Sir Joseph Banks y el Major William Price, en el verano de 1796, encontramos que el primero aboga por que se le devuelvan las colecciones al ilustre botánico francés evocando el hecho de la devolución de los papeles que se hizo a Antonio de Ulloa. Así que, en cierto modo, podemos decir que la puesta en libertad de Antonio de Ulloa tras ser apresado, y la devolución de sus papeles para que pudiera publicar su obra en beneficio de la ciencia, sentó un precedente, al que se recurrió en casos posteriores.

(1) «Me tomo la libertad de incluirle (en la carta) un informe de un semimetal llamado Platina de Pinto el cual, hasta donde yo sé, no ha sido referido por ningún especialista en minerales … Requiero de su favor para presentar este informe a la Real Sociedad, para que sea leído y publicado, si piensan que es merecedor de esos honores.» El informe o memoria aparece publicado en la siguiente página de la revista.

(2) «Me siento favorecido por su carta del 15 de diciembre y obligado por las molestias que se tomó para presentar mis especímenes de Platina junto a la Memoria [ a la Sociedad]. Le agradezco que añadiera [a la memoria] el extracto del Viaje de Ulloa. El caballero cuyos experimentos mencioné a la Royal Society es Mr Charles Wood, quien me dió permiso para hacer uso de ellos a mi voluntad; y yo no pretendí haber hecho un nuevo descubrimiento, ni saber demasiado de ese Cuerpo, al ser largamente conocido por los españoles. Pude incluso haber hecho uso de su Autoridad (de sus conocimientos) , pero él no deseaba aparecer en publicación.»

(3) The relations between fellows of the Royal Society and French men of science when France and Britain were at war en Notes and Records of the Royal Society of LondonVolume 9, Issue 2 May 1952 «Se ha hecho una petición por parte del directorio de Francia solicitando que la Colección pueda ser devuelta al Coleccionista, M. de La Billardiere de la misma manera que los papeles de Ulloa le fueron devueltos cuando había sido capturado por un navío inglés, para que pueda ser capaz de publicar sus Observaciones para el avance del conocimiento, como el Sr. Ulloa había hecho …»

Texto de Ricardo Martínez de Madariaga