Los expedicionarios para medir un grado del arco del meridiano en Quito, se encontrarían con algunos personajes en tierras americanas que comprendiendo la importancia de su misión científica les acogieron con entusiasmo, brindándoles todo su apoyo. Entre ellos, los jesuitas y misioneros, en diferentes momentos de la expedición, pero también algunos hacendados.

Mencionaremos aquí a la familia criolla Maldonado. Acaudalados y con interés por el progreso en general y las ciencias en particular, los hermanos Maldonado van a prestar su apoyo al gran proyecto científico llegado de Europa avalando incluso los empréstitos que los científicos se van a ver obligados a solicitar. Destacamos la figura de uno de ellos, D. Pedro Vicente Maldonado. Formado en los jesuitas, y autodidacta en temas de astronomía y matemáticas, vio en la presencia de los científicos franceses la oportunidad de ampliar sus conocimientos y aprender sus métodos de trabajo. Su entusiasmo y dedicación, así como su brillante inteligencia, hizo que entablara amistad con los expedicionarios, especialmente con La Condamine. Con él trabajó para la elaboración del mapa del occidente de Quito, considerado el más perfecto de la época y una clara manifestación de identidad quiteña como territorio diferenciado de Cartagena de Indias y Lima. También acompañó a La Condamina en su célebre viaje de regreso a través del Amazonas, asumiendo el papel de naturalista.

Carta de la región occidental de Quito
Representación que hace a su majestad el gobernador de la provincia de Las Esmeraldas

Pedro Maldonado se implicaría además, con el tesón y el entusiasmo que le caracterizaba, en otra empresa en la que otros muchos habían fracasado, por lo que es muy reconocido en el actual Ecuador. A su costa, y sufriendo un sin fin de penalidades, intentaría abrir un camino practicable para carruajes que condujera directamente desde Costa Esmeraldas a Quito, estableciendo un nuevo eje de comunicaciones (1). La corona española buscaba desde 1621 hacer realidad este proyecto que daba una salida al mar a Quito sin tener que viajar hasta Guayaquil . Pedro Maldonado estaba trabajando en esta vía cuando llegó la expedición francesa a Las Esmeraldas, procedentes de Tierra Firme (Panamá). Tras sufrir muchas penalidades y vencer grandes obstáculos conseguiría finalmente establecer esa comunicación, acortando en gran medida los viajes desde Panamá a Quito y viceversa. Por ello fue recompensado por el virrey de la manera que estaba especificado en las cédulas reales en las que se solicitaba esta empresa, es decir se le otorgó el título de gobernador de la provincia de Las Esmeraldas y Teniente General de la misma. Posteriormente viajaría a Madrid donde recibiría el título de gentilhombre, de manos de Felipe V. Sería además el primer científico nacido en América aceptado como miembro en la Academia de Ciencias de París, y estuvo también propuesto como «fellow» en «The Royal Society of London». No pudo ingresar en esta última porque la muerte le sorprendió en Londres en 1748 a los 44 años de edad. Con su muerte, la ruta de Las Esmeraldas fue paulatinamente quedando abandonada.

(1) Véase : Expediente sobre la apertura de un camino desde Quito a la Mar del Sur, por la provincia de las Esmeraldas, que ofrece hacer Pedro Vicente Maldonado. Archivo General de Indias ES.41091.AGI/24//QUITO,179